Hace ya varios meses en Facebook circula una fotografía que dice: “Si ves una buena obra de teatro, GRÍTALO” Pues este es el caso y con mucha sorpresa y satisfacción al ver en esta ciudad trabajos de tal calidad, grito: vayan a vivir gritos y susurros en el Museo de la Ciudad en Querétaro. (...) Ser testigo no sólo de una obra de teatro más, sino de un trabajo serio de exploración y encuentros artísticos es algo que se agradece en este mundo acostumbrado al inmediatismo y a lo superficial. Esta obra lleva un trabajo de tiempo que se nota y el público lo agradece.
Las actuaciones del elenco que cuentan esta entrañable y dolorosa historia de familia son impecables, llenas de verdad, con la suficiente fuerza en cada palabra pronunciada y con matices que hacen que un texto denso sea seguido por el espectador a la perfección.
Gritos y susurros es un montaje rico en simbolismos y lenguaje teatral contemporáneo, con trazos perfectos y casi coreográficos a manera de fotografías vivientes propios de familia, albergados en un espacio perfectamente aprovechado en donde la luz exterior y las velas del interior así como el aroma a incienso, crean el ambiente lúgubre y de tránsito acorde a la propuesta del director.
Quiero subrayar el trabajo de director Agustín Meza, quien no sólo hace un trabajo de trazo escénico pulcro sino que hace una dirección de actores en donde la verdad y la fuerza escénica y dramática son el eje. Es bueno ver teatro pobre al más puro estilo de Grotowski, en donde el actor no tiene un lugar ni un espacio más seguro para asirse que de su propia actoralidad.
Esta obra es lo mejor que he visto hasta el momento en esta ciudad, y en gran parte se debe al trabajo realizado por el director, Agustín Meza, sin hacer menos el trabajo en conjunto de actores ocho actores entregados y comprometidos con una obra de tal calidad. (...) Si quieren ser testigos de teatro de calidad, puedo recomendarles ampliamente GRITOS Y SUSURROS de Ingmar Bergman que me dejó con gratísimo sabor de boca.
Pedro González Ramírez
Garricante Producciones (Facebook) / 19 de marzo de 2013
“Gritos y Susurros”, adaptación teatral de Agustín Meza del filme del cineasta sueco Ingmar Bergman, es una propuesta intensa, a momentos desgarradora, que hace uso de los planteamientos de Peter Brook en la búsqueda de un teatro compacto desprovisto del efecto fácil y que a través de la economía de medios se puede llevar a cabo en cualquier espacio; ya sea un aula, un salón ya sea un espacio al aire libre. Siempre y cuando se tenga una obra y actores. (...) Vale la pena verse, ante todo por el trabajo de ensamble y una efectiva reinterpretación de la obra de Bergman.
Ricardo Marcos G.
La gruta de Trofonio: de Opera, Música, Teatro, Literatura y Cultura / 15 de abril de 2013
En el Museo de la Ciudad se presentó Gritos y susurros, versión escénica de Agustín Meza a partir de Ingmar Bergman, de una espléndida hechura, con una dirección de actores sobresaliente.
Jaime Chabaud Magnus
Milenio / 30 de agosto de 2013
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